José Alfonso Varela Rodríguez

¡Ave María Purísima!  ¡Sin pecado concebida!

Mañana, día 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, nuestra Hermandad celebra solemne Función de Reglas, en honor a la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, nuestra excelsa Titular.

La Inmaculada Concepción es, además, Patrona de la Diócesis Onubense desde su fundación, cuando la Santa Sede, en un breve pontificio fechado el 14 de junio de 1954, accede a la petición de Monseñor D. Pedro Cantero Cuadrado, primer Obispo de Huelva.

En la actualidad, en nuestra ciudad, la devoción a la Pura y Limpia Concepción de María Santísima, se encuentra en un momento esplendoroso. Muchos son los cultos, rezos del Santo Rosario, besamanos, Vigilias, y procesiones, promovidas por las hermandades y cofradías de nuestra ciudad, así como conciertos y cánticos interpretados por bandas de música, tunas, y coros de campanilleros. Sin embargo, la devoción concepcionista en la Huelva de los años 70 del siglo pasado, no gozaba del vigor entusiasta y popular que hoy disfrutamos.

Por aquellos años, nuestra diócesis, al igual que ahora, siempre celebraba en la Santa Iglesia Catedral, Misa Pontifical, presidida por el Sr. Obispo, en honor a su patrona, la Inmaculada Concepción, y del mismo modo la Parroquia de la Purísima Concepción también celebraba este día glorioso con la solemnidad y el boato que la ocasión merece.

Ahora bien, nuestras hermandades y cofradías, hasta principios de los años 80, salvo raras excepciones, pasaban de puntillas por la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, “sin pena ni gloria”. En la Huelva de aquellos años, ni tan siquiera teníamos monumento a la Inmaculada, ni Hermandad de la Purísima Concepción.

No fue hasta los años 80, cuando en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se comienza a celebrar algunos besamanos, como el de la Virgen de la Amargura, y el de Nuestra Señora de la Esperanza, o alguna procesión en la tarde-noche de dicha jornada, como la de la Virgen de la Salud, de la Parroquia de San Francisco de Asís de la Barriada de Pérez Cubillas, en el año 1981, con motivo de la Santa Misión organizada por la Hermandad de la Salud, y la presencia de los padres franciscanos.

En el año 1982, se fundó nuestra Hermandad ahijada de la Misericordia, cuya Titular mariana es la Virgen de la Concepción, celebrando su primera Función Concepcionista el 8 de diciembre de 1983, en la Iglesia conventual de las RR.MM. Agustinas, y predicada por N.R.H. D. Carlos Núñez Vega, de imborrable recuerdo en nuestra Hermandad de la Esperanza.

No me cabe la menor duda que la influencia de NN.RR.HH. D. Carlos Núñez Vega, Y D. Antonio María Pulido Beltrán, y la iniciativa de los Hermanos de la Hermandad de la Esperanza, y sus Juntas de Gobierno presididas por nuestros Hermanos D. Juan Manuel Gil García, D. José Ortega Madrigal y Bienvenido González Roldan, fueron los impulsores en la recuperación de la devoción concepcionista en nuestra corporación y en nuestra ciudad.

Somos una Hermandad concepcionista por devoción, y a los hechos me remito:

El primer Besamanos en honor a la Santísima Virgen de la Esperanza, celebrado en la Solemnidad de la Inmaculada, tuvo lugar el día 8 de diciembre de 1983.

La primera Vigilia de la Inmaculada, se celebró solemnemente el día 7 de diciembre de 1984 a las 23:15 h.

La primera Función Concepcionista, se celebró con la mayor solemnidad y boato, el día 8 de diciembre de 1984.

El primer concierto en honor a la Inmaculada Concepción, interpretado por la Banda de CC. Y TT. del Cristo de la Expiración, tuvo lugar el día 8 de diciembre de 1985.

La bendición del actual Simpecado, tuvo lugar en la Vigilia de la Inmaculada del día 7 de diciembre de 1988. Fue bordado por las Hermanas Oblatas y hasta del Taller de orfebrería de Hijos de Juan Fernández.

Nuestra Hermandad, se manifestó públicamente en defensa del mantenimiento de la festividad lectiva de la Inmaculada: Los Hermanos de la Esperanza fuimos fieles defensores, de la festividad de la Inmaculada ante los intentos del Gobierno, de reducir el número de fiestas nacionales del calendario laboral español. Todos recordamos aquel Miércoles Santo del año 1988 cuando, su Hermano Mayor, José Ortega Madrigal, portó el Sine Labe Concepta delante del paso de la Santísima Virgen de la Esperanza, durante su Estación de Penitencia, y pasando la cofradía en silencio por la Carrera Oficial, ante un público en pie que, con sus aplausos entusiastas, mostró su adhesión a nuestra protesta. Hoy, felizmente, la festividad de la Inmaculada, sigue siendo fiesta nacional en nuestro calendario.

Los Primeros sones de “Los Gozos de la Inmaculada”, rompieron el silencio de la medianoche de Huelva, del día 8 de diciembre de 1989, interpretados por algunos integrantes de la Banda de CC. Y TT. del Cristo de la Expiración.

El cuadro de Nuestra Titular Concepcionista, que hoy preside nuestra Iglesia, se bendijo en el año 1996. Es obra de Mario Ignacio Moya Carrasco, y surgió por iniciativa de nuestro Capellán D. Antonio María Pulido Beltrán.

La Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, es Titular de nuestra Hermandad desde el 30 de enero de 2003, fecha en que fueron aprobadas las nuevas Reglas de la Hermandad por el Sr. Obispo.

Por tanto, con estos antecedentes históricos, podemos afirmar que nuestra Hermandad de la Esperanza, tiene el honor de haber contribuido decisivamente en el renacimiento del culto concepcionista, en nuestra ciudad.

Nuestra Iglesia de Santa María de la Esperanza, es hoy un lugar de visita obligada en los días gloriosos de la Solemnidad de la Pura y Limpia Concepción. Nuestra Vigilia de la Inmaculada, el Besamanos en Honor a Ntra. Sra. de la Esperanza Coronada, y la Solemne Función Concepcionista, que celebramos de forma multitudinaria y jubilosa, es prueba de ello.

Cada año, a las 12 de la noche, y desde el campanario de nuestra bendita iglesia, Huelva anuncia solemnemente, y desde 1989, la festividad de la Pura y Limpia Concepción a los sones de los “Gozos de la Inmaculada”, interpretada por su Banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Expiración, Salud y Esperanza.

Sobran motivos para que los Hermanos de la Esperanza nos sintamos orgullosos, pero también tenemos un compromiso firme e indeleble, porque somos los herederos de aquellos antepasados nuestros que el día 21 de septiembre de 1653, en la Iglesia conventual de la Merced, cumplieron su voto de sangre, y se juramentaron solemnemente para defender con fervor, la que consideraban una verdad trascendental en su fe y en su vida:“Que la Madre de Dios había sido concebida sin heredar el pecado original”.

Enarbolemos nuestro Simpecado por las calles de Huelva, y escoltémoslo con luz purificadora, como símbolo de aquel Voto de sangre, que nuestros antepasados juraron, 201 años antes de ser proclamado como Dogma de la Iglesia.  

Fotografía de finales de los años 80, del Besamanos en honor a la Santísima Virgen de la Esperanza, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

  

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