Como es tradicional, hoy día 15 de septiembre, día siguiente de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.
Y como establecen nuestras Reglas, los Hermanos de San Francisco celebramos Misa Solemne en honor a la Santísima Virgen del Mayor Dolor, recordando la especial relación que la Virgen María tiene con la cruz, en que murió su Hijo, y el contenido teológico, espiritual y simbólico que tiene la escena del Calvario.
En anteriores módulos de formación ya hemos hablado de su iconografía, de los Dolores Gloriosos de la Madre de Dios, e incluso de los recuerdos del historiador D. Diego Díaz Hierro, de su “Evocadora noche del Miércoles Santo del año 1935”.
Pero, quizás, no seamos conscientes de la primitiva y piadosa devoción mariana que nuestra Santísima Virgen del Mayor Dolor gozaba desde siglos atrás en el antiguo Convento de San Francisco de Asís, sede fundacional de nuestra Hermandad, donde recibía continuas muestras de fervor que han dejado huella en los legajos polvorientos de los archivos. ¿Me acompañáis en este maravilloso viaje en el tiempo?


La primitiva imagen de la Virgen del Mayor Dolor:
En palabras de la historiadora Rocío Calvo Lázaro [i], la primitiva imagen de la Virgen de los Dolores, y que a la postre se convirtió en Titular de nuestra Hermandad, podría datar de la primera mitad del siglo XVIII, ya que el documento más antiguo encontrado donde se nombra a la Virgen y su altar, como luego veremos en detalle, es un testamento del año 1762.
La existencia de la devota imagen de la Virgen de los Dolores en la Iglesia Conventual de San Francisco, no es azarosa, pues los frailes franciscanos fueron los impulsores de la tradición de los “Altares de Dolores”, acrecentando la devoción a la Virgen Dolorosa con devocionarios, cantos litúrgicos, sermones y meditaciones que extendieron por el viejo y el nuevo mundo.
La primera cita documental sobre la imagen de la Virgen y su altar:
Se trata del Codicilo de Juan Torres [ii], otorgado el 4 de noviembre de 1762, ante el escribano Andrés González Valiente.
De la lectura de dicho testamento se acredita documentalmente la existencia del altar y la imagen de nuestra primitiva Titular, al menos desde el año 1762. Además, nos ayuda a conocer que Juan Torres, era un ferviente devoto de la Virgen, pertenecía a la Orden Tercera de San Francisco de Asís, y mandó ser enterrado con el hábito franciscano para obtener las indulgencias y beneficios espirituales. Y nos dice en su testamento:
“… mi cuerpo sea amortasado con el santo avito de la serafica orden de nuestro padre San Francisco de Asis y con el sepultado en su convento, desta villa a el pie del Altar de nuestra señora de los Dolores que esta en el, y que asi es mi voluntad”.
“Item mando se me digan las tres misas de Agonía en el Altar de nuestra señora de los Dolores una, otra en el del señor San Joseph y la otra en el del Santo Cristo de dicho convento…”.
El testamento, también nos muestra que, Juan Torres, además de ferviente y acaudalado devoto de la Virgen, fue su benefactor incluso después de su fallecimiento:
“Item quiero y es mi voluntad que de mi caudal mi heredero mande que luego yo fallezca, se dore el retablo de dicha imagen de nuestra señora de los Dolores questa en el espresado convento del señor san Francisco y ponga vidriera de cristal en el nicho de dicha señora que así es mi voluntad”.
Desde sus primeros años Ntra. Sra. del Mayor Dolor era muy venerada y recibía cultos anuales en su honor:
Y para muestra un botón. Tan solo un mes después de la primera cita documental, encontramos el testamento de Francisco del Castillo y Banzenas [i], otorgado el 23 de diciembre de 1762, ante el mismo escribano.

En dicho testamento, se acredita la celebración anual del piadoso Septenario de Dolores y la gran devoción que tenía la Virgen en la antigua villa de Huelva, como la que profesaba Francisco del Castillo y Banzenas, que dice textualmente:
“Item igualmente Fundo otra memoria perpetua a cargo del Convento de Ntro. Padre San Francisco de Asis de esta espresada villa para que en cada un año y en uno de los dias de Septenario de Dolores se me diga en el Altar de nuestra señora del Maior Dolor que esta en el, una misa cantada por mi Alma e Intención…”.
La primitiva imagen de la Virgen del Mayor Dolor fue una de las más veneradas en la villa de Huelva durante los siglos XVIII Y XIX:
Numerosos testimonios lo acreditan, como el testamento de Bartolomé Herrera [i], otorgado el 31 de diciembre de 1777, ante el escribano D. Antonio Gómez García.

En dicho testamento se dice textualmente:
“Asimismo fundo, por mi otra memoria de Missas Resadas a cinco reales cada una la primera seade desir en el dia del Patrosinio del Señor San Josep. Y la otra en el dia que se selebre los Dolores de nuestra Señora en los Altares que de una, y otra devocion existen en el conbento de Nuestro Cerafico Padre Señor San Francisco de Assis de esta villa las cuales se diran por el citado Don Juan Herrera Presbitero mi hijo y por su fallecimiento, por los religiosos de dicho conbento…”
Tal era el grado de devoción que los onubenses sentían por la Virgen del Mayor Dolor, que poseían tabernáculos con su imagen, a las que veneraban en la intimidad de sus hogares, e incluso alguno de estos tabernáculos representaban el misterio del Calvario, como es el caso del testamento de Tomás Díaz Blanco [i] otorgado en junio de 1838, ante el escribano Antonio de la Corte, donde entre los bienes que se relacionan de su herencia, aparece:
“Tabernáculo de N. Sr. Jesucristo espirando en la Cruz, ésta con sus cantoneras de plata y el Sr. con sus potencias de lo mismo; Nª Sª del Mayor Dolor con su vestido bueno, corona imperial de plata y espada en el pecho de lo mismo; San Juan y la Magdalena con sus buenos vestidos”.
Interesante, ¿verdad? No es extraño pensar que este tabernáculo que veneraba en la intimidad de su hogar la familia de Tomás Díaz Blanco, fuera la inspiración y el germen para la fundación de nuestra Hermandad unas décadas después.
Como veréis es importante investigar los retazos de la historia del Convento de San Francisco, y de los onubenses que nos precedieron, para dar luz a las raíces de la propia historia de nuestra Hermandad de San Francisco.
Todos estos documentos y los que vayan apareciendo en el futuro, formarán parte de nuestro archivo. Informaros también que actualmente estamos haciendo obras de reforma y ampliación de nuestro archivo, para adaptarlo a los nuevos tiempos, con el fin de tener nuestro archivo en perfectas condiciones para que cumpla la labor que tiene encomendada, que es conservar nuestro legado.
José Alfonso Varela Rodríguez
Diputado de Formación

[i] Archivo Municipal de Huelva. Fondo Díaz Hierro, Carpeta 191 – Subcarpeta 7.
[i] Archivo Histórico Provincial de Huelva: Signatura 4599, folio 150.
[i] Archivo Histórico Provincial de Huelva: Signatura 4263, folio 363.
[i] CALVO LÁZARO, Rocío: Historia de las imágenes de la Hermandad de San Francisco de Huelva. Huelva, 2019.
[ii] Archivo Histórico Provincial de Huelva: Signatura 4263, folio 347.